La vesícula es un órgano que se encarga de almacenar la bilis segregada por el hígado con el fin de mejorar el proceso digestivo y absorber mejor los nutrientes de los alimentos que comemos diariamente.
Hay algunas personas que deben extirparla, ya sea porque tienen cálculos, padecen de digestiones muy pesadas que les causan dolores muy intensos u otras afecciones relacionadas.
Y, aunque se puede seguir viviendo sin complicaciones después de esta extracción, para que puedas mantener una buena calidad de vida, debes modificar un poco tu alimentación, al menos durante un tiempo preventivo después de haberte hecho la cirugía, antes de que puedas volver a comer de todo.
Es por ello que, en el siguiente artículo te presentamos una serie de alimentos que te ayudarán a llevar una dieta sana y que te permita seguir tu ritmo de vida normal después de haber extraído tu vesícula.
Alimentos más recomendados
Para que tu digestión sea lo más óptima posible debes comer los siguientes alimentos:
Alimentos que no debes comer
Después de que comes, la vesícula biliar normalmente libera una inundación de bilis en el intestino lo que ayuda a descomponer la grasa que has consumido en tus alimentos. Y aunque aún sin la vesícula biliar, tu hígado todavía produce bilis, lo que ocurre es que en lugar de liberarlo, la bilis gotea continuamente en el intestino y hace posible que no tengas suficiente bilis en tu intestino cuando la necesites. Tener muy poca bilis en el intestino puede causar síntomas incómodos como hinchazón y diarrea así que debes aprender a distinguir los alimentos que tienes que evitar si vienes de extraer la vesícula biliar:
Frituras: Los alimentos fritos tienen un alto contenido de grasa por lo que son más difíciles de digerir. Y, aunque consumir grasas es necesario para tu organismo, debes guardar tu bilis para aquellas que son buenas para ti, y no para las que sean dañinas como patatas fritas, aros de cebolla, pollo o pescado frito, entre otros.
De igual forma debes evitar otros alimentos que, aunque no son fritos, contienen mucha grasa para que tu cuerpo la digiera cómodamente como las hamburguesas, tocino, pizza, cortes grasos de las carnes, salsas para aderezar comidas, entre otros.
Leche entera y productos lácteos altos en grasa: Estos alimentos tienen un alto contenido de grasa también, por lo que es recomendable que no los consumas. Si te gusta tomar leche o comer yogures, opta más bien por aquellos que sean descremados porque continúan teniendo buen sabor y te aportan aún los nutrientes beneficiosos para tu salud, sin excederse en grasas innecesarias. Si de lo contrario no eres fan de los productos lácteos, puedes escoger aquellos que sean hechos a base de soja que de igual manera te ofrecen calcio y una buena dosis de vitaminas.
Alimentos ricos en fibra: Mientras te recuperas de la cirugía de extracción de la vesícula biliar, debes limitar la cantidad de alimentos ricos en fibra que comes ya que demasiada fibra puede causarte o empeorar el estreñimiento y la producción de gases flatulentos lo que te resultará muy incómodo. Descarta los panes y cereales de granos enteros además de frutas y verduras fibrosas como las nueces, cítricos, zanahorias, entre otros.
Alimentos picantes: Condimentos como el curry, ajo y pimiento rojo pueden irritar enormemente tu estómago, lo que sería totalmente contraproducente mientras te recuperas después de haber extraído tu vesícula. Es por ello que al preparar ciertas comidas, utiliza mejor hierbas frescas como la albahaca, el orégano y el romero, y si vas a comer sopas y salsas, evita que estén muy cargadas y pesadas, ya que eso implica más cantidad de grasas nocivas para tu salud.
Otras recomendaciones prácticas que te pueden ayudar
- Ingiere tus alimentos en raciones reducidas más de tres veces al día para que estos puedan incorporarse con la bilis utilizable que tienes en el intestino.
- Vigila las grasas que consumes y qué tan moderado o no lo haces. Ya sabes, las saludables están permitidas, las saturadas no.
- Bebe bastante líquido, sobre todo agua, para mantenerte hidratado.
- Ve al doctor para hacerle todo tipo de interrogantes al respecto de tu dieta para que te indique por cuánto tiempo debes de continuar comiendo ciertos alimentos hasta que tu organismo vuelva a la normalidad.